El yacimiento

En los tres últimos milenios antes de Cristo, este amplio valle ya estuvo habitado. En el entorno de la ermita de la Antigua se descubren restos del Calcolítico, son los más antiguos conocidos en el municipio.

La Edad del Hierro II está bien representada en el conjunto de Los Castrillos-Alto del Cuerno. Este asentamiento de los Celtíberos Arévacos es parte de una historia larga y entrelazada con los conquistadores romanos. Sabemos que, al final del siglo IV a.C., esta gente vive explotando los recursos naturales (madera, arcilla, pastos, etc.) y los agrícolas (cereales y ganadería).

Su poblado, situado en la divisoria con la etnia de los Vacceos, está fortificado. Al inicio del siglo III a.C. levantan una muralla de más de tres metros de anchura, con el frente de sillarejos. Esta construcción representa y protege el lugar donde radica el centro de poder de la élite guerrera del último poblado de la Celtiberia, hacia el oeste. Así la consideró Plinio el Viejo (HN III, 3(4), 26-27) que la denomina Celtiberiae finis.

En este oppidum se llegó a emitir moneda, denarios de plata, con el texto Klounioqum, que en caracteres celtibéricos es:

Deducimos que el nombre del oppidum debió ser Klounioq, que latinizado en los textos clásicos deviene en Clunia.

Tito Livio nos ha dejado la constancia de que esta plaza fortificada arévaca fue aliada de Sertorio, general romano enfrentado al senado y es el lugar que escoge para refugio de invierno en el año 75 a. C. (Livio Perioch. 92).

Esta plaza indígena es sitiada por su perseguidor Pompeyo, que ante las salidas de los de Sertorio, la rudeza del otoño y carestía de víveres, abandona y lleva su ejército hacia Pompaelo (Pamplona). Algunos historiares sostienen que tras el asesinato de Sertorio en Osca (Huesca),en el (72 a.C.); se supone que la plaza fue sometida, pero aún no está arqueológicamente demostrado.

Quinto Metelo Nepote, en el 56 a.C., tras vencer a los Vacceos, vuelve las tropas hacia Klounioq y la asedia, pero se ve forzado a abandonar el cerco ante la inminente llegada de un reconstituido ejército vacceo. Se sostiene que en el 54 a.C., Afranio, a las órdenes de Pompeyo, somete a Klounioq, pero no tenemos constancia arqueológica. Aún no está claro en qué momento Klounioq dejó de ser una población activa de los Arévacos.

Es interesante e importante que su nombre arévaco Klounioq se trasladase a la nueva ciudad en el término de Peñalba de Castro que, bajo cultura y sociedad romana, lo latiniza en Clunia.

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